Increíble lo que estaba pasando, 50
personas en el medio de los médanos fundando Puerto Quilombo, una banda de
intelectuales snobs, se podría decir en algunos aspectos, o una grupo de
artistas quilomberos, según quiera interpretarse. Pero el hecho es que los años
y años de laburar juntos en proyectos que no sabíamos muy bien a qué apuntaban
nos habían depositado entre Cariló y Villa Gesell en esa noche de verano ahora
en derredor de algunos fuegos y meditando. Desde 1998 funcionaba el grupo Etcétera,
hoy casi disperso, pero con sus integrantes activos, algunos más, otros menos,
pero haciendo lo que se puede, Checha quizás pasándola mal, sufriendo el
síndrome de Artaud… artado de la sociedad…
¿y los demás? muchos acá. Cristian con
Milena Berlín, La Negra,
Ariel, Aguja, Polo, Fede, Loro, Arbit ¿Quién me queda? ¿Marquitos el Stone?
¿Dafne? ¿Orge? ¿Quiénes más de aquella época que no viví pero que ahora empiezo
a pensar en una Buenos Aires pequeña como un pueblo en donde todos se conocen?
y todas las cagadas que te mandaste se pagan, y todos los proyectos en los que
participaste se cruzan, entonces nosotros, que estamos construyendo un mundo
paralelo nos la empezamos a creer, porque a todos los lugares a donde vamos nos
cruzamos a los mismos, que estamos cada uno con nuestra historia pero que
increíblemente esa historia va hacia allá.
Sebastián estaba ahí. Sebastián, un tipo
que te miraba a lo Néstor Kirchner, pero sin ser virola, si de copyright se
hablara creo que le debería pagar la mitad de las ideas que tuve por derecho de
autor, lo vi por primera vez en el 2001 en la Casa de la calle Niceto, o centro cultural el
Mate, esa noche vino a dormir a mi casa y al día siguiente agitamos una
manifestación en el barrio de La
Boca en contra del G8, todo seguido, con Los Carniceros
tocando en vivo.
Me lo crucé dos años después, en un
acampe o resistencia de algo, estaba haciendo un álbum de figuritas
coleccionables denunciando toda la corruptela de los centros de estudiantes de
sociales de la UBA
con la agrupación Molotov. Voto lo más, a molotoV. Luego, después de casi tres
años de no verlo, me llamó en marzo de 2006 y me dijo sin casi decirme hola…:
Strucchi… viste los pibes de Maldita Ginebra que hacían la contraferia…
Sí Sebas, Charpentier y Urruspuru… decime,
¿qué pasa? le respondí en el mismo código, como si los años no fuesen más que
días, y las personas no fueran más que una misma persona, a la que se la
respeta, se le responde con la verdad y se le apuesta en la construcción de una
vida conjunta, entre tods, porque apenas llegamos a algo…
Bueno, en fin, hace un par años que Charpentier
y Urruspuru suspendieron la
Contraferia por falta de asistentes… ¿qué te parecería
reflotarla un poco…
Dale, dale, estoy al tanto, me gusta la
idea, vamos para adelante…
En ese momento estaba trabajando para El
Culebrón Timbal, o quizás para mí mismo, o quizás para el universo, lo mismo
da, cierto es que andaba haciendo un relevamiento de centros culturales en la Capital Federal y juntamos un
poco de esa data, y otro poco de la data de Sebas, y partimos para la zona
Barracas, La Boca,
Catalinas a comentar un poco el proyecto de reflotar la Contraferia, fue una
hermosa gira, más que nada como para reencontrarnos entre nosotros, caminábamos
desde La Gomera
a Los Compadres del Horizonte, pasando por la biblioteca de la Boca y la FLA, con una pequeña
propuesta, y charlábamos y birreábamos y caminábamos. El Sebas y yo decidimos
en esos tiempos que íbamos a hacer algunas cosas juntos. Sobre todo las más
sinceras, es como que nos juramos una desconfianza eterna, así era la cosa con
el Sebas. Así de hermosa. Un Ying y Yang permanente, pero encontrándonos en
Ying, en Dionisio, en el aura, en el vamos para allá sin saber muy bien a donde
queda…
Luego todo fue un poco más virtual,
veníamos embalados con Poesía de Miércoles, Javito, Ábalos, Nadia, Juan X, y
Om, y las ferias de discos independientes que armaba EZE en La Tribu a la cual estábamos
empezando a meter libros, entre tods empezamos a darle masa, VAMOS A POR LA CONTRAFERIA y así es
que cuando llegamos a la puerta de la feria del libro tradicional éramos como
15, y estaba Charpentier también, y Merluza, y Diego Rojas y Anahí y Martín, y la FLA y Eloísa y Arbit y Guillo
y Raymond y Xuan, y Dafne y no sé cuantos más, o si no estaban era como que
estaban porque todos estábamos ahí empujando el proyecto desde algún lado… No
era que estábamos contentos participando de esa primera FLIA, estábamos
eufóricos, todas las reuniones eran acompañadas por hectolitros de birra y la
gente que simplemente llegaba con algunas ideas se autoexpulsaba al caer en ese
núcleo eléctrico formado por diferentes neuronas que chocaban sus cargas
produciendo cortacircuitos que emanaban su energía hacia los cuatro costados,
hacia arriba, hacia abajo y hacia las diagonales también, difícil parecía
meterse ahí adentro, difícil, pero no imposible, era como meterse en un pogo,
una vez adentro no podés permanecer quieto si querés que la cosa continúe, pero
tampoco podés estar mucho tiempo porque te cansás, ¿cómo sostener ese pogo?
estando, invitando, aguantando, buscándole la vuelta…
La realidad era que no nos aguantábamos
más, teníamos como un deseo y una necesidad de mostrar nuestro arte y no
teníamos posibilidades, veníamos de capa caída, el 2001 había pasado y había
pasado el 2002 y el 2003 y el 2004, y el colectivo de la revolución se estaba
yendo, primero se habían subido los del PO y los partidos de Izquierda, en la
parada de Parque Centenario durante la Asamblea Interbarrial,
no quería avanzar el colectivo con tanto peso, y nadie se quería bajar… Nuevos
Colectivos, esa fue la respuesta, más ágiles, más rápidos, más chicos, y con
menos experiencia… todo eso en un contexto político nacional que también se
estaba modificando: como en un equipo de vóley, Duhalde rota dejando la
conducción a un perejil que nadie conocía, un tal Néstor Kirchner. No va más.
Te cargaste a Kosteky y Santillán. Dual derrota, es nuestra oportunidad, pero
la dejamos pasar, lo dejamos al perejil, vino con pilas, sacó la fotito de
nuestro abuelo que nos violaba de la billetera, qué sé yo, el país estaba
desarmado y todos los lugares que existían para contenernos no existían, hasta
incluso habían prohibido el rock en Buenos Aires después de Cromagnón. ¡El
RockandRoll!, parece increíble, pero lo habían logrado, y las bandas intentaban
juntarse, las Músicos Unidos por el Rock, la Unión de Músicos Independientes, pero no me
quiero meter en la música, ya bastante teníamos nosotros los escritores, ¿Cómo
poder decirle al mundo que escribimos? ¡Cómo decirle aunque sea a un editor que
escribimos! Nuestros libros ahí realizados y nosotros, los escritores, teniendo
que ir a los bares y plazas y playas a decirle a la gente ¡ey, somos
escritores! ¡Queremos escribir!
La
FLIA en la
actualidad es una Feria del libro Abierta, se realizan una veintena de FLIAs en
diferentes ciudades de la
Argentina, algunas como La Plata, ya están haciendo la décima, hubo FLIAs en
Santiago de Chile, en Bogotá, en Montevideo y en más de 20 ciudades de
Argentina y dicen que se está organizando una en Istanbul, instituciones como la SADE o incluso la SEA, dejan fuera a montones de
escritores, ahí estamos nosotros, no porque no queramos sino porque no tenemos
otra posibilidad, no tenemos dinero ni trayectoria, ni sabemos donde queda la
sede, de la Sea o
la Sade, o la
sado pero somos muchos y sabemos organizarnos, despacito, editamos libros, de
los pibes y pibas que están escribiendo, por todos lados, como conejos, por
suerte.
El Sebas era de esa escuela, de la
escuela de Mangieri, no por nada lo llevó a conocer esa primer FLIA, El Sebas
llevando al viejo Mangieri del bracito a conocer la FLIA, y luego a la charla, a
la que no fuimos más de diez personas, meses después murió Mangieri, un tipo al
que le di la mano y lo escuché hablar en la primera FLIA. El Sebas era todo, no
por nada tenía esa miradita de Néstor mientras se rascaba la barba y decía
simplemente una ironía, no, es que no era una ironía, Sebastián venía y te
decía: el gordo éste está en mi casa todo el día comiendo y no hace nada y se le
rompe el inodoro y apaga la luz de la casa y se va, yo no entiendo nada como es
esto Strucchi. ¿Somos escritores independientes o qué?
O qué, era seguramente la respuesta. Las
nuevas generaciones del blog. Del fotolog, del second life, del Facebook, del
Twitter, de lo que sea, pero seguimos haciendo libros viejo, los escritores
queremos hacer libros, que los editores hagan e-bock, yo quiero libros. A la
mierda.
Dentro de todo lo que fue la vorágine del
arte en la década del noventa, el grupo Etcétera supo hacerse de un lugar a
través del arte político. Las acciones junto a la agrupación H.I.J.O.S. durante
los Escraches, -y ahí me podría adentrar dentro de una disputa que ocurre en lo
que es el nacimiento del los Escraches, diciendo que el grupo Etcétera tiene una
alta influencia en ese concepto- sin dejar al GAC afuera, ni a los
Iconoclasistas, aunque en esa época eran parte de lo mismo, todos, los
Escraches, HIJOS, etc…
En fin, Etcétera, como todo grupo fue
mutando y en el 2005, durante la cumbre en donde vino Bush a Mar del Plata, surgió
desde sus entrañas el Errorismo, por error…
Loro y Fede habían tomado ese concepto, y
recibían muchas críticas al respecto, pues varias galerías y muestras de arte
del mundo intentaban “comprar” ese arte político, pues el concepto en ciertos
ámbitos del mundo artístico de vanguardia se basaba en eso, comprar idea, ¿Pero
como se compra una idea? ¿un concepto? Fede era por sobre todas las cosas un
buen “actorcida” y Loro era estrategia pura. En eso se basaba el Concepto. Vender
la “no obra”, pero recibir dinero en euros, y exponer obra también, por sobre
todas las cosas, el Teatro Mágico en Amsterdam, las Siluetas en Hong Kong… no
estoy chamuyando, el errorismo es así, está entre nosotros y nos brinda muchas
más posibilidades de las que creemos que nos puede dar, y ahí estaba el punto:
pues Puerto Quilombo era un concepto, era la fundación, no el pueblo fundado,
era el hecho de fundar un pueblo como se hubiese hecho siglos atrás, pero
sosteniéndolo como hecho artístico, y el sueño era sostenerlo y sostenerlo
hasta que el pueblo se funde en realidad, al principio con el apoyo de la
fundaciones, pero después, sabiendo que íbamos a perderlo, no nos quedaba otra
cosa que el aguante. El meternos en el pogo, estar y estar y estar durante el
invierno también, logrando hacer el país propio, con nuestras plantas de
marihuana, con la entrada prohibida a la yuta, pues en Puerto Quilombo hay una
ley y es que no queremos armas, si querés, dejá el arma a tu compañero y pasá y
contale a quien sea lo que quieras, no tenemos miedo, ni armas, ni las
queremos.
¡Cuanta gente que nos cruzamos! Cuanta
gente que nos cruzamos en otra épocas y ahora más grandes y maduros nos
seguimos cruzando… Nos seguimos cruzando en este quilombo…
La cooperativa de fotógrafos era un mundo
a parte, el mundo de la fotografía era un mundo a parte, de la misma manera que
hago este “libro en construcción”, podría hacer un libro entero del “mundo
fotografía” ¿Qué hace a uno ser fotógrafo? ¿Cuál es el momento en el que uno decide
ser fotógrafo? En esta era digital en donde parece que cualquiera es fotógrafo,
alguien, entre toda esa masa de parientes con cámaras digitales sacando el
momento de soplo de las velitas y el brindis, alguien decide que la copa esa
del primo ston, desenfocada para dejar en cuadro a la cara de la maquillada tía
es una foto genial, y ahí se gesta la cuestión. No hay más que hablar. Y todo
una manga de gente que se creía fotógrafa estaban protestando el 19 y 20 de
diciembre de 2001, y tenían bronca, y sacaban fotos, y estaban en indymedia y
pensaron las cosas de otra manera y se unieron en una cooperativa, Sebas,
Walter, Martín, Tristán, Nancy, Gero, Gaby. Enormes cantidades de gentes que
íbamos conociendo día a día que se acoplaban a la mente como la alegoría de la
caverna. Una sola idea de persona amiga que representa a todas las demás, y
entonces la forma de relacionarse pasa a ser otra, ya no son individuos con los
que se habla sino que es una misma persona que representa esa idea de
hermandad, tods son ese Platón que nos imaginamos por la escultura, todos somos
ese humano medio que levanta los brazos como el dibujo de Leonardo da Vinci, a
favor de la paz y en contra de las armas, pero estos mierdas siguen
pisoteándonos y dejando hacer, no aprovechan su lobby para ir en contra, sino
que lo aprovechan par dejar hacer, dejar meter a Windows en Irak, dejar meter a
Subway en Afganistán, dejar meter a la Hallyburton en la policía bonaerense, dejar meter
a Sarkozy en Francia, la pura mierda. La peor gente. Nada tenés que hacer si
estás leyendo esto y estás de acuerdo con ellos, dejá de leerlo. Vete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario